sábado, 28 de febrero de 2015

Revolución de Kronstadt (1921)






La Revolución de Kronstadt fue un alzamiento fracasado de los marinos soviéticos contra el gobierno de la URSS. La rebelión tomó lugar en las primeras semanas de marzo de 1921 en Kronstadt, una fortaleza naval situada en el golfo de Finlandia, siendo la última gran rebelión en contra del dominio bolchevique dentro del territorio ruso. 

Tras la guerra civil, Rusia quedó arruinada. Las sequías de 1920 y 1921 y la espantosa hambruna durante los últimos años fueron el capítulo final del desastre. En los años postreros a la Revolución de Octubre, las epidemias, las hambrunas, las luchas, las ejecuciones y la crisis económica y social habían acabado con algo más de veinte millones de vidas.

Esta insostenible situación económica trajo consigo levantamientos en el campo así como huelgas y violentos malestares en las fábricas. En las áreas urbanas surgió una ola de huelgas espontáneas y hacia finales de febrero Petrogrado se encontraba al borde de una huelga general. Fue así que el 26 de febrero y en respuesta a los eventos sucedidos en Petrogrado, la tripulación de los barcos Petropavlovsk y Sevastopol mantuvieron un encuentro de emergencia y aceptaron enviar una delegación a la ciudad para investigar e informar acerca de los movimientos huelguísticos. Al regreso del delegado, dos días después, este informó al resto de la tripulación acerca de las huelgas, contando con el total apoyo de los marinos, y la represión del gobierno dirigida en contra de los huelguistas. Aquellos que estuvieron presentes decidieron aprobar una resolución con quince demandas, las cuales fueron enviadas a Petrogrado.

Entre las demandas más importantes exigidas por los rebeldes se encontraban la reelección del sóviet, sóviets sin bolcheviques, el derecho de libre expresión y la total libertad de acción y comercio. Tras fracasar en la petición de las demandas, y por la búsqueda de la igualdad de sueldos para los trabajadores y el fin de los bloqueos de caminos para el ingreso de alimentos a la ciudad, los marinos de Kronstadt se alzaron en rebelión en contra del gobierno bolchevique en marzo de 1921.

Esos marineros y otros rebeldes demandaron la posibilidad de sóviets libres. El gobierno ruso se opuso y respondió con un ultimátum el 2 de marzo. Este afirmaba que la sublevación respondía a un plan de la inteligencia francesa y que la resolución del Petropavlovsk había sido tomada por un centenar de Social-Revolucionarios y proto-fascistas. También argumentaron que la revuelta había sido organizada por los oficiales ex zaristas liderados por el ex general Kozlovsky.

Otra de las razones que utilizaban los comunistas para demostrar que el motín había sido fruto de una conspiración contrarrevolucionaria fue la aparición en la prensa de la noticia dos semanas antes de que se produjese el acontecimiento. Esta fue la línea oficial tomada por el gobierno en contra de la revuelta. 

Los trabajadores de Petrogrado estaban bajo ley marcial y ni pudieron ni quisieron ofrecer demasiado apoyo a Kronstadt. El gobierno bolchevique comenzó su ataque en Kronstadt el 7 de marzo. Después de 10 días de continuos ataques, durante los cuales muchas unidades del Ejército Rojo fueron forzadas a atacar a punta de pistola y durante el cual también algunos miembros del ejército se unieron a la rebelión, la revuelta de Kronstdat fue exterminada por dicho ejército, que contaba con algo más de 50.000 tropas bajo el comando de Mijaíl Tujachevsky. El 17 de marzo, las fuerzas bolcheviques finalmente entraron a la ciudad de Kronstadt después de haber sufrido cerca de 10.000 bajas. Aunque no existen datos certeros acerca de los rebeldes caídos en acción, los historiadores estiman que miles fueron ejecutados en los días posteriores y muchos más enviados a campos de trabajo en Siberia. Otro gran número de rebeldes lograron escapar a Finlandia.

Las unidades del Ejército Rojo acabaron con el alzamiento, que había encontrado eco en sectores populares por la grave situación social que se vivía. En contra de este descontento, Lenin, quien también concluyó que la revolución mundial no era inminente, procedió en la primavera del mismo año a reemplazar el comunismo de guerra por la Nueva Política Económica, la cual terminaría por sacar al país de la ruina.




 Declaración de los marineros sublevados de Kronstadt. 8 de marzo de 1921

“Mediante la Revolución de Octubre la clase trabajadora había esperado lograr su emancipación. Pero el resultado ha sido una mayor esclavización de los seres humanos. El poder de la monarquía, con su policía y su gendarmería, ha pasado a manos de los usurpadores comunistas, que han dado al pueblo no la libertad sino el constante temor de ser torturados en la Checa (...).

A través del control estatal de los sindicatos han encadenado a los trabajadores a sus máquinas. (...) A las protestas de los campesinos, expresadas en alzamientos espontáneos, y a las de los obreros, cuyas condiciones de vida les han empujado a la huelga, han respondido con ejecuciones en masa y un derramamiento de sangre que excede incluso al de los generales zaristas. La Rusia de los trabajadores, la primera que levantó la roja bandera de la liberación, está empapada en sangre.”






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